miércoles, noviembre 15, 2006

"¡Una aventura imperdible!"

Los beneficios de esta forma de trabajo, aun considerando los desafíos a enfrentar, ampliamente superan el costo de ser un «llanero solitario» en el ministerio.
El proyecto tenía mucho de inconciencia juvenil, pero rebosaba de sincera devoción a Dios y auténtica vocación de servicio a los adolescentes. ¡Decidimos avanzar! y en 1992, junto con un grupo de jóvenes amigos, iniciamos Liderazgo y Adolescencia, Grupo de Amigos (L.A.GR.AM.), proyecto que junto con otras personas, he dirigido hasta la fecha.
Quisiera compartir en este artículo lo que ha significado para mí trabajar con un equipo de jóvenes voluntarios a lo largo de todo este tiempo. Lo invito entonces para que se asome por las ventanas de los distintos cafés de Buenos Aires que nos reúnen para trabajar.(Leer más...)